El
cacao es un fruto que puede darte muy buenas propiedades. Es antioxidante,
diurético, relajante y un fruto que puede ser muy bien aprovechado de
diferentes maneras.
La
idea de la preparación de esta infusión no es precisamente obtener una bebida
que sea para tomar con fines gastronómicos, sino que la intención es poder
aprovechar las enormes propiedades que tiene el cacao. Justamente, éste último
es el punto fundamental de esta cuestión. Debes comprar un cacao de buena calidad, puro, que no tenga
conservantes, aditivos y ese tipo de cuestiones, que no harán más que conspirar
contra sus propiedades.
Luego, el proceso es el de la infusión. Coloca el cacao en polvo en el
fondo de un recipiente, añade un poco de canela y vainilla (si quieres tener
estos sabores en la preparación y, de paso, contrarrestar un poco el amargor
del cacao) y comienza a añadir el agua a punto de hervor. Mezcla bien hasta que
los elementos se integren y ya podrás beber esta infusión.
Si tuvieras
ganas, puedes endulzar esta preparación, pero con algún endulzante natural, sin
aditivos ni refinamiento. Si no,
consúmelo "cómo viene", que está más que bien para tomar en cualquier
momento del día.
Así, podrás
gozar de sus beneficios digestivos, antioxidantes, resultando a su vez
diurético y relajante, entre muchas otras cosas. Por eso mismo, no dudes en
consumirlo de esta manera, comprando un cacao puro de buena calidad y dejando
de lado esos azucarados productos que no te ayudarán en absoluto.
El poder compartir estos proyectos con otras personas fuera de la
institución, el caso del encuentro de saberes, permitió que la institución
pudiera acercarse a las comunidades y dar a conocer los proyectos que dentro
del liceo se elaboraron y que pueden ser de utilidad para las personas que
hacen vida en estas comunidades cercanas al liceo.
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